viernes, 12 de julio de 2013

Hernando de Soto, el fiero conquistador que recorrió Estados Unidos en busca de riquezas

Emprendió en 1539 una expedición de más de 6.000 kilómetros por lo que hoy son diez estados norteamericanos sin hallar los tesoros soñados y con sangrientos conflictos con los nativos


LIBRARY OF CONGRESS, WASHINGTON, D.C

Pocos españoles han oído hablar nunca de Hernando de Soto. Sin embargo, en el estado de Florida hay dos condados que llevan su nombre (uno Hernando y otro DeSoto), así como numerosos parques y calles de diferentes ciudades, e incluso hay una ruta turística que sigue sus pasos hace casi 500 años. No en vano este fiero conquistador extremeño es una de las figuras más fascinantes -y más controvertidas también- de la historia de lo que hoy es la nación más poderosa del planeta: los Estados Unidos de América.

Hernando de Soto, el fiero conquistador que recorrió Estados Unidos en busca de riquezas
Hernando de Soto
El ambicioso y enérgico De Soto emprendió en Florida en 1539, décadas antes de que a los ingleses se les pasase por la cabeza establecerse en Norteamérica, una asombrosa expedición en la que arrastró a cientos de españoles a recorrer cerca de 6.500 kilómetros por lo que ahora son diez estados norteamericanos en busca de unas riquezas que jamás encontraron. En cambio, dejó a su paso un reguero de sangre y dolor.

LIBRARY OF CONGRESS

El recorrido de más de 6.000 kilómetros de la expedición de Hernando de Soto

Conquistar la Florida no era una empresa fácil. Lo que hoy es uno de los destinos turísticos más populares del mundo no era para los españoles del siglo XVI un lugar demasiado acogedor. Un clima infernal (calor sofocante, tormentas tropicales, huracanes...); un territorio cenagoso, de espesa vegetación y lleno de cocodrilos y serpientes, y los 350.000 nativos que habitaban la península, no hacía de la Florida el mejor de los lugares donde pasar una temporada, y mucho menos quedarse a vivir en él.

La Noche Triste: Hernán Cortés y sus hombres sucumben a la venganza azteca

Muerto Moctezuma, los conquistadores españoles y sus aliados tlaxcaltecas intentaron huir de Tenochtitlán, con el oro a cuestas 

Parte de una de las «Tablas de la Conquista» que representa la «Noche triste» de Hernán Cortés


 Francisco Delgado-Iribarren

La noche del 30 de junio al 1 de julio de 1520, los conquistadores españoles al mando de Hernán Cortés huyeron de la ciudad de Tenochtitlán, capital del imperio azteca. Muchos de ellos sólo lo intentaron, porque se quedaron encerrados en la isla-matadero o porque los guerreros indígenas alcanzaron a tiempo su sangre para ofrendarla a sus dioses. Bernal Díaz del Castillo, autor (ahora discutido) de la Historia verdadera de la conquista de la Nueva España, soldado presente en aquel episodio, calcula que fueron como 600 sus compañeros muertos.
Aquella batalla ha pasado a la Historia como la Noche Triste, pero no fue triste sólo para los españoles, también lo fue para sus aliados tlaxcaltecas, que sufrieron miles de muertos. Para los enemigos aztecas (o mexicas) tampoco fue una Noche Alegre, sino una Noche de Venganzaen la que ajustaron una larga lista de cuentas con los invasores. Se podría decir que se las devolvieron todas juntas: la entrada sin permiso, el secuestro de Moctezuma, las recientes matanzas, las afrentas a los dioses, el robo del oro… Etcétera. Pero contémoslo poco a poco.

La matanza del Templo Mayor

Los españoles habían entrado en la capital del imperio el 8 de noviembre de 1519, es decir, que se disponían a pasar su primer verano en Tenochtitlán. Pero la situación se complicó. En ausencia de Hernán Cortés, que fue a combatir la expedición de su compatriota y sin embargo