sábado, 29 de junio de 2013

PATRIMONIO DE LA HUMANIDAD El secreto de Cáceres


Fuente: Lorenzo Cordero, Hoy, Badajoz


Cáceres es el Tercer Conjunto Monumentalde Europa (tras Praga y Tallin) y Patrimonio de la Humanidad, pero tiene un secreto que cada vez atrae a un mayor número de turistas: susrecursos naturales y sobre todo la gran cantidad de aves que se pueden contemplar desde sucasco antiguo.
Y entre esas aves, los tejados de la ciudad monumental esconden la colonia urbana más importante decernícalos primilla -un pequeño halcón catalogado como "vulnerable"- de Europa; trescientas parejas que cada año eligen esta ciudad para reproducirse y criar a sus polluelos antes de regresar a África para pasar el invierno.

Las autoridades y los empleados del sector hostelero se han percatado de que la riqueza ornitológica de Cáceres atrae a miles de turistas, muchos de ellos extranjeros, interesados en contemplar y en fotografiar esas aves, y de que ese recurso está compensando parcialmente las pérdidas

miércoles, 26 de junio de 2013

David Reubeni, el padre del Sionismo, murió en Badajoz a manos de la Inquisición

Del blog Guiris por Extremadura, de Cecilio Venegas:


Parece que en estos días, según las noticias publicadas en Hoy, la Comunidad Autónoma de Extremadura, empieza a estrechar lazos con el actual estado de Israel, y por tanto con la Comunidad y tradición judía.
El moderno Estado de Israel se funda tras infinitos avatares finalmente en 1948, logrando así, no sin dificultades y con guerras y revueltas posteriores, lo que se venía ansiando desde la diáspora judía y destrucción del Estado primitivo por el emperador Tito, tras  sitiar y conquistar Jerusalén (70), cuyo templo fue saqueado y destruido por sus tropas (que desobedecieron sus órdenes expresas de no hacerlo) y el incendio a la ciudad. Su victoria fue recompensada con untriunfo y conmemorada con la construcción del Arco de Tito.



Los judíos a partir de entonces, dispersos por el mundo, fueron más que nunca protagonistas de su propia historia ya que, aún provenientes de un tronco común,  acabaron perseguidos por los cristianos durante casi 20 siglos en conflictos que han tenido que ver con la religión, la economía y el poder político.
Su asentamiento en España ha estado documentado desde antes de la Edad Media hasta que, finalmente el año de 1492, no solo fue el año del fin de la Reconquista y del Descubrimiento de América, sino también de la expulsión de una gran masa de españoles, cuyo delito imperdonable fue el ser de raza judía.
Ese año se convirtió en bisagra entre el mundo propiamente judío español y el judeoconverso, ambos con profundas incidencia en la historia y la cultura españolas. Tras la expulsión y saqueo de las juderías y, en muchos casos, de la destrucción sistemática de toda huella judía, a pesar de todo, la impronta dejada durante siglos, no podía borrarse de la noche a la

viernes, 21 de junio de 2013

Bernal Díaz del Castillo: el escribano entre exploradores que fue biógrafo de Cortés

“Y vinieron al amanecer y eran más de diez mil…”(Crónicas de Xenofonte)

Álvaro Van den Brule


Bernal Díaz del Castillo, presunto autor de la Historia verdadera, relata en esta crónica de Indias, con minucioso detalle y elegante pluma, las correrías, a la par que increíble gesta, del famoso explorador y conquistador Hernán Cortes por los territorios de los mexicas en los preliminares de lo que después sería la Nueva España.
Este hombre, cronista y conquistador a su vez, escribe probablemente lo que podría haber sido la primera novela española dedicada íntegramente al descubrimiento. Su condición de soldado, escribano e hidalgo al tiempo, no le conferían un certificado de analfabetismo como el que se adjudica habitualmente a la tropa en aquella época. Hay quien aduce que era un escribano muy próximo a Cortés, y que las crónicas de ambos se complementan y retroalimentan fundiéndose en un todo común. La opinión de ambos es equivalente a la suma de un enfoque más crítico y formado para una opinión más liberada de prejuicios. Faltaría por valorar lo que opinaban los afectados.
Hay un debate actualmente entre los autores que discuten el protagonismo y la relevancia de ambas crónicas. El caso es que para atender a la historia con alguna solvencia y equidad, hay que manejarse en la duda cartesiana. Al parecer, la caprichosa balanza se inclina y da más peso al arquetipo de conquistador más mesiánico al propio Cortés tras arduos debates e investigaciones pendientes de definir aún. El historiador Christian Duverger, con más de veinticinco años de estudio sobre la figura del conquistador, implica directamente al expeditivo soldado  como matriz intelectual del relato.
Y volviendo a Bernal Díaz del Castillo, había embarcado este en la expedición que capitaneaba Cortés y que daría lugar a una de las mayores gestas militares y culturales de la historia, y de cuya asimilación –no siempre afortunada y constructivamente criticada- queda hoy el legado de la hermosa lengua deCervantes y la huella de un pasado posiblemente más glorioso y con bastante más lustre

miércoles, 19 de junio de 2013

Plasencia, dos videos




  

jueves, 6 de junio de 2013

Los indios se bautizaban en Guadalupe

Pila bautismal de Guadalupe, ahora fuente. en la entrada

por ceciliojvenegas
Quizás una de las primeras presencias documentadas de guiris en Extremadura vaya ligada al Monasterio de Guadalupe, verdadero faro y foco de religión, conocimiento, ciencia y arte. Como tal fue transitado desde su fundación, teniendo la ventaja para  su conocimiento histórico de poseer uno de los mejores archivos de España, que además fue resguardado por la parroquia de La Puebla durante el convulso período de la Desamortización.
Según nos informa la página del Real Monasterio, el almirante Cristóbal Colón estuvo muy ligado a los Reyes Católicosy por ello, tuvo presencia en Guadalupe en cuatro ocasiones con motivo de su empresa de la conquista de América: El 21 de abril de 1486; los días 5 y 6 de abril de 1487; en 1493 tras su logro del primer viaje, y en 1496 tras su segundo viaje trayendo consigo dos indios, Cristóbal y Pedro, que fueron bautizados en la pila que hoy se encuentra en la fuente de la plaza de Santa María.
Aunque no fueron los primeros indios que trajo Colón, ya que después de su primer viaje acabaron visitando a la Corte en Barcelona, si es cierto que la primera presencia documentada de ellos reside en los archivos del Monasterio,

domingo, 2 de junio de 2013

Juan de la Cosa: sólo los que se arriesgan a ir lejos saben lo lejos que se puede llegar

Solo aquellos que se arriesgan a ir demasiado lejos pueden descubrir cuan lejos se puede llegar... Jenofonte

Alvaro van den Brule



En la época en que se inician las exploraciones castellanas hacia la “Mar Oceana”, y ya consolidada la reconquista, la creencia generalizada entre los marinos profesionales era que el Océano Atlántico tenía unos límites precisos cuyas demarcaciones estarían definidas por las Islas Canarias, las Azores y Madeira. Estos límites no se debían de transgredir so pena de ser arrastrados hacia una colosal catarata de proporciones gigantescas y caída sin fin de la que no habría retorno posible. Por lo que la “Terra Incógnita” hubo que seguir esperando el reto de algún iluminado.
Por aquel entonces, en las postrimerías del siglo XV, los métodos de construcción naval habían mejorado sensiblemente para adaptarse al viaje transoceánico. El alto bordo y el calado se habían  acentuado y la navegación teórica había mejorado los métodos de rumbo y distancia, aunque seguía fiando su suerte al “costa a la vista” y a la maestría de los pilotos y sus bien custodiados portulanos, pues en esta época las “cartas de marear” tenían un alto componente geo-estratégico y, por ende, militar.
Pero el Atlántico era otra cosa. Mar de fondo y borrascas eran situaciones más que frecuentes, aunque no en la época en que zarpó Colón. Para afrontar los tres meses de viaje que requería una carabela más ligera o una Nao de más porte en cruzar el océano, era necesario algo más

sábado, 1 de junio de 2013

"A veces, la verdad parece cierta": Pizarro y Atahualpa, una apuesta de locos

"A veces la verdad parece cierta" -Anónimo

Álvaro Van den Brule

Las altas cumbres y bajas temperaturas no arredraban a las tropas españolas en su avance por aquel territorio plagado de hostilidad hacia cualquier expresión biológica. Los dioses locales, aunque invisibles a sus ojos, se manifestaban cruelmente a través de aquel escenario sobrecogedor. Estaban los expedicionarios acostumbrados a la experiencia de andar entre el alto matorral andino, aunque ello comportaba en ocasiones el riesgo de un ataque sorpresa de los indígenas, eternos habitantes del silencio circundante. Estas emboscadas eran muy difíciles de prever, pues aunque los locales eran inferiores en recursos técnicos y su capacidad  militar asimétrica a la de sus adversarios, luchaban en casa y sus desconcertantes y cambiantes tácticas, no permitían siempre un grado de alerta adecuada.
Fatigosos meses de andadura quedaban atrás y algunos amigos y compañeros se habían despeñado monte abajo en aquella apuesta de locos. Había que seguir adelante a pesar de los contratiempos y extender unas fronteras que empezaban a ser demasiado grandes y onerosas de mantener. Cada paso dado en la incierta aventura agrandaba los límites de la historia. Lenta e inexorable aquella tropa de exploradores avanzaba en un terreno jamás hollado por occidentales en el que riscos y nieblas configuraban  un fantasmagórico e inexpugnable lugar.
Los trece de la fama
Perú era el gran reto de Francisco Pizarro. Dos intentonas previas habían desembocado en sendos fracasos, más el obstinado extremeño no se daba por vencido. En uno de sus rifirrafes con Almagro, acordaron que el primero se quedara en una isla de pequeñas dimensiones con doce soldados