viernes, 29 de julio de 2011

Monago reduce a 200 los 1.623 coches oficiales de la Junta de Extremadura

 
"Adelgazar" el sector público. Esa es una de las prioridades del nuevo presidente de la Junta de Extremadura, el popular José Antonio Monago, que ha encargado estudios de viabilidad de cada uno de los entes públicos adscritos o vinculados a su administración, desde empresas de titularidad pública, a consorcios, o fundaciones y patronatos.

De momento, se ha deshecho de 1.400 vehículos oficiales del anterior Ejecutivo de Guillermo Fernández Vara. Desde ahora, solo cuentan con vehículo oficial el presidente de la Junta y el de la Asamblea, Fernando Manzano, que ha explicado a este diario los primeros pasos del nuevo Gobierno extremeño. Los demás miembros de la Junta, incluidos los dos expresidentes, tendrán a su disposición un parque automovilístico de unos 200 vehículos para cuando lo necesiten.  

Con poco más de un millón de habitantes, Extremadura es la comunidad autónoma con mayor tasa de funcionarios por habitante: el 34% de la población activa trabaja para el sector público. Una cifra a la que hay que añadir "una gran cantidad de becas, ayudas y subvenciones" destinadas a empresas contratadas por la propia Junta y ayuntamientos para hacer caja gracias al sector público. “Que la máxima aspiración de los jóvenes recién licenciados y preparados sea aspirar a entrar a la Junta… es muy lamentable”, critica el presidente del Parlamento regional. 

Según los datos que maneja el PP regional, la Junta de Extremadura mantiene actualmente a 97.000 funcionarios (47.000 de la administración autonómica y 50.000 de diputaciones y ayuntamientos). “A los funcionarios por oposición no se les puede echar, pero nuestra intención es ir amortizando puestos de trabajo y, desde luego, no incrementar la administración como han hecho los socialistas, que conforme revalidaban sus mayorías absolutas iban creando nuevas administraciones públicas, como las 27 mancomunidades con sus cargos correspondientes que levantaron de la nada”.
De momento, los 521 cargos de libre designación del anterior gobierno cesaron el  mismo día que Monago juró su cargo. “Ahora, él montará su nuevo equipo, pero como máximo habrá 250 nuevos cargos”. Además, al presidente, como máxima autoridad del Gobierno regional, lo acompañarán tres escoltas, "cuatro menos que Vara cuando era presidente y dos menos que Ibarra".

El nuevo gobierno extremeño es consciente de la escasez de recursos con los que cuenta, ya que a día de hoy continúa la misma administración que antes de la crisis en cuanto a dimensión de plantilla y gasto. Antes de entrar en el poder, calculaban que obtendrían una liquidez de 200 millones de euros con el plan de austeridad que habían estudiado.
"Dos semanas después de formar gobierno, nos hemos dado cuenta de que podremos ahorrar hasta 300 millones recortando en gastos superfluos de la propia administración". A la hora de dirimir la continuidad o no de los entes públicos, se tendrán en cuenta variables como la producción, si tienen una utilidad claramente social y si desarrollan una actividad que repercuta en el conjunto de la comunidad extremeña. "Cada uno de los organismos públicos deberá presentar su plan de viabilidad si no quiere desaparecer", añade Manzano.

Cierre del macrodespacho de Ibarra

El despacho que la Asamblea de Extremadura mantenía a Juan Carlos Rodríguez Ibarra, ex presidente de la región desde 2004, "se va a cerrar". Desde 2007, en estos 315 metros cuadrados se invirtieron dos millones de euros sacados directamente de las arcas públicas. El jefe del legislativo reconoció a este periódico que "de ninguna de las maneras" se justifican los múltiples excesos de este macrodespacho. "Tanto Ibarra como Vara dispondrán de un espacio en la Asamblea para cuando necesiten reunirse con alguien en condición de expresidentes, pero nada justifica este despilfarro", añade Manzano.
Durante sus dos primeras semanas de Gobierno, los populares en Extremadura reprochan la mala administración de los recursos públicos del PSOE en la región, y critican que se haya gastado de la misma manera antes y después de que estallase la crisis. "Queremos acabar con el espíritu funcionarial de los extremeños. Pretendemos convertir nuestra legislatura en la era de los emprendedores", finaliza.

miércoles, 20 de julio de 2011

José Antonio Monago descubre otro agujero en las cuentas de Extremadura: la Junta debe 1.800 millones

Primero en Castilla-La Mancha, y ahora, en Extremadura. Los nuevos gobiernos del PP en las comunidades autónomas se están encontrando auténticos agujeros económicos en las arcas públicas. José Antonio Monago hereda de Guillermo Fernández Vara una deuda de 1.800 millones de euros y un déficit superior al impuesto por el Gobierno.

Según ha sabido El Confidencial Autonómico, el quipo económico del nuevo presidente de la Junta ha recibido los primeros informes del Gobierno saliente. En los documentos se habla de una deuda de 1.821 millones de euros en los primeros tres meses de 2011, pero no se hace mención a la situación de las  arcas públicas en los meses de mayo y junio.
Tampoco se ha confirmado el dato del déficit de la Junta, pero José Antonio Monago es consciente de que superará el ‘tope’ establecido por el Gobierno central, que obliga a las regiones a no sobrepasar el 1,3 por ciento del Producto Interior Bruto.
Voces autorizadas del nuevo ejecutivo extremeño explican a este diario que “los datos facilitados por el equipo de Fernández Vara son demoledores, pero aún falta por conocer la deuda de la Junta a día de hoy, que será superior a los 1.821 millones de euros del primer trimestre, por lo que estamos en una situación muy complicada”.
Por ese motivo, el presidente Monago ha decidido quedarse en Extremadura durante todo el mes de agosto, olvidando las vacaciones, para continuar trabajando en las necesarias medidas de austeridad que se llevarán a cabo para hacer frente al importante agujero económico heredado del anterior Gobierno.
Las fuentes antes citadas afirman que “debemos seguir alerta de los datos de deuda y déficit que heredamos para saber qué medidas hay que tomar, por lo que trabajaremos durante todo el verano para encontrar una solución a esta difícil situación”.

El Confidencial Digital

lunes, 11 de julio de 2011

La demografía extremeña y la manipulación política de los socialistas

LA DEMOGRAFIA EXTREMEÑA DETERMINANTE EN EL MANTENIMIENTO DEL RÉGIMEN 1982-2010 (Y III)


El INE acaba de publicar el Avance de Padrón Municipal de habitantes relativo al uno de enero de 2010 cifrando la población extremeña en 1.105.481 residentes, dato que muy posiblemente supera a la cantidad real de personas que viven en la región por cuanto muchos de quienes emigran, y mantienen vínculos con su localidad de origen, versus la juventud trabajadora, no se dan de baja en el Padrón, lo cual explica que cuando el INE realiza sus proyecciones demográficas la cifra de habitantes en Extremadura sea menor que la que aparece reflejada en los Padrones Municipales.
 Así y todo los residentes en Extremadura suponen en la fecha precitada un 2,3 % de los habitantes de España (46.951.532 habitantes) porcentaje que con alguna oscilación se encuentra estabilizado desde hace tiempo.
 Continuando con los datos aportados por el Padrón, 691.715 personas residen en Badajoz y 413.766 en Cáceres,  548.985 ciudadanos extremeños son del sexo masculino y 556.496 del femenino.
 En Extremadura, según la fuente referenciada, residen 38.747 extranjeros a quienes se debe realmente la mínima evolución demográfica regional.
 El 86% de las personas que viven el Extremadura, 950.729, han nacido en la región habiendo inmigrado en uno u otro momento el resto, entre ellos algunos destacados ciudadanos que son foráneos, como por ejemplo Carmen Heras, Jesús Medina y esposa, Manuel Veiga, Artemio Baigorri, Antonio Vázquez, Jaime Velázquez, Federico Suárez, Eva Pérez, Mª Jesús Mejuto, entre otros.
 Sin embargo en España viven 1.558.656 personas nacidas en Extremadura por lo cual, descontando a las que residen en la región, en el resto del país habitan 607.927 extremeños de nacimiento dados de alta en los respectivos padrones nacionales, muchos de los cuales se han ido durante los últimos 30 años.
 Extremeños/as que habrán tenido descendencia inscrita en los padrones municipales como nacidos en el lugar de residencia de sus progenitores, por lo tanto no cuantificables como originarios de Extremadura aunque en realidad lo sean como consecuencia de ser hijos de extremeños. 
En lo que respecta a las edades, el 14,1% de los residentes en Extremadura, según el Padrón precitado, 159.395  son menores de 15 años, o sea representan en principio el futuro demográfico extremeño, dato que se contrapone a los mayores de 64 años y que viven en la región, 211.985 personas que suponen el 19,1 % de los extremeños.
 Si a la dicotomía anterior añadimos que los extremeños residentes de 50 y más años representan el 36% de la población, concluiremos afirmando lo obvio, la población extremeña con una baja densidad es un colectivo regresivo generacionalmente, todo lo cual, no nos cansaremos de repetirlo tiene un origen socioeconómico a su vez ocasionado por una actuación política caciquil que ya dura casi 30 años.
 Así las cosas cabría esperar que en un territorio demográficamente estancado, con una población activa 6,21 puntos por debajo de la media nacional, el paro no se cebaría con sus habitantes, y sin embargo, por causas estructurales, es todo lo contrario.
Según la última Encuesta de Población Activa del INE, primer trimestre de 2010, siendo la tasa de paro media a nivel estatal del 20,05 % de la Población Activa, en Extremadura nos encontramos en el 23,45%, los terceros en el podium de todas las Comunidades incluyendo Ceuta y Melilla, en cifras absolutas 114.000 parados y creciendo.
 Según el INE durante el primer trimestre del año en curso las personas ocupadas en Extremadura, eran 372.100 trabajadores, cifra que, comparándola con el primer trimestre de 2009 ha descendido en 10.300 efectivos, mientras que los pensionistas crecen al envejecer la población, alcanzando el número de pensiones en Extremadura en Abril de 2010 un total de 206.354, por un importe medio mensual de 662,97 euros, el menor de España, siendo 113.491 las pensiones de jubilación que se perciben por los extremeños.
 En consecuencia por cada persona que percibe una pensión, en sus diversas acepciones, en Extremadura, trabajan menos de dos personas, 1,8 exactamente, por lo que si el sistema de la Seguridad Social estuviera regionalizado en cuanto a su financiación habría quebrado, claro que este comentario es hasta cierto punto prescindible por cuanto nos encontramos ante una FICCIÓN de Autonomía, ante un ARTIFICIO, sostenido en más de sus dos terceras partes mediante transferencias exteriores pese a lo cual sus administradores despilfarran tales recursos para mantenerse en el poder regional, ya que sus presupuestos se gastan en un 80% en gastos corrientes, y de estos un 40% se dedica a pagar cargos públicos y funcionarios que suponen casi un 30% de los ocupados en Extremadura.
 Debacle económica, debacle social, y por ende demográfica que nos introduce más y más en el subdesarrollo desde 1982 de la mano de un abyecto sistema político caciquil que, los extremeños de bien, para sobrevivir y posteriormente prosperar, debemos borrar de la faz de Extremadura.

Cada vez menos nacimientos en Extremadura

Extremadura se sitúa entre las comunidades donde más ha bajado la tasa de natalidad desde el año 2003

Extremadura se encuentra entre las regiones donde más ha descendido el número de nacidos con respecto a los datos del año pasado (9,3 bebés por 1.000 habitantes). España registró el año pasado la tasa bruta de natalidad más baja desde el año 2003 con 10,5 nacimientos por cada 1.000 habitantes, después de que el número de nacidos descendiera por segundo año consecutivo, con una caída del 1,96 por ciento hasta los 484.055, según el avance de datos del Movimiento Natural de la Población del Instituto Nacional de Estadística (INE).
Por comunidades autónomas, el crecimiento vegetativo de la población fue negativo en Galicia, Castilla y León, Principado de Asturias, Extremadura y Aragón en el año 2010, cuando el número de defunciones superó al de nacimientos.
Durante el año pasado se produjo un descenso del número de fallecimientos, pero la contracción de la natalidad ha conseguido reducir el crecimiento vegetativo hasta las 105.388 personas, el nivel más bajo desde 2005.
El INE explica que el descenso en el número de nacimientos fue resultado, principalmente, de una reducción progresiva del número de mujeres en edad fértil, ya que el número medio de hijos por mujer apenas ha variado respecto de 2009, con 1,38.
No obstante, la fecundidad se redujo "ligeramente" tanto entre las mujeres españolas (cuyo indicador bajó a 1,32 en 2010), como entre las extranjeras (1,64). La proporción de nacimientos en este grupo poblacional, el 20,3% del total, se estabilizó en niveles similares a los observados en los dos últimos años.
Por su parte, la edad media de maternidad mantuvo una "suave tendencia creciente" hasta alcanzar el nuevo máximo de 31,2 años, aunque cuando se analizan sólo las españolas, se observa que tienen a sus hijos, de media, a los 31,9 años de edad mientras que las extranjeras suelen tenerlos cuando rondan los 28,7 años.
La esperanza de vida aumentó en 2010 hasta los 82 años de media, que son 78,9 años en el caso de los varones y los 84,9 cuando se trata de mujeres, lo que supone un incremento de 0,4 y 0,3 años, respectivamente, respecto al año anterior. Además, la esperanza de vida una vez cumplidos los 65 años se sitúa en 18,4 años para los hombres y 22,3 para las mujeres.
La estadística arroja además, que el número total de fallecidos se redujo el año pasado ligeramente respecto a 2009, hasta los 378.667, lo que contribuyó a que la tasa bruta de mortalidad (fallecidos por cada 1.000 habitantes) también disminuyera, pasando de de 8,34 a 8,22.
Destaca que pese a que los extranjeros suponen el 12% de la población de España, el año pasado sólo fueron un 2,8% de los fallecidos, lo que el INE explica por que de media, es una población más joven.
Con todo, siete de cada diez de estos fallecimientos correspondieron a nacionales de países miembros de la Unión Europea, que son los extranjeros residentes en España con edades medias más avanzadas.
Véase también: