lunes, 11 de julio de 2011

La demografía extremeña y la manipulación política de los socialistas

LA DEMOGRAFIA EXTREMEÑA DETERMINANTE EN EL MANTENIMIENTO DEL RÉGIMEN 1982-2010 (Y III)


El INE acaba de publicar el Avance de Padrón Municipal de habitantes relativo al uno de enero de 2010 cifrando la población extremeña en 1.105.481 residentes, dato que muy posiblemente supera a la cantidad real de personas que viven en la región por cuanto muchos de quienes emigran, y mantienen vínculos con su localidad de origen, versus la juventud trabajadora, no se dan de baja en el Padrón, lo cual explica que cuando el INE realiza sus proyecciones demográficas la cifra de habitantes en Extremadura sea menor que la que aparece reflejada en los Padrones Municipales.
 Así y todo los residentes en Extremadura suponen en la fecha precitada un 2,3 % de los habitantes de España (46.951.532 habitantes) porcentaje que con alguna oscilación se encuentra estabilizado desde hace tiempo.
 Continuando con los datos aportados por el Padrón, 691.715 personas residen en Badajoz y 413.766 en Cáceres,  548.985 ciudadanos extremeños son del sexo masculino y 556.496 del femenino.
 En Extremadura, según la fuente referenciada, residen 38.747 extranjeros a quienes se debe realmente la mínima evolución demográfica regional.
 El 86% de las personas que viven el Extremadura, 950.729, han nacido en la región habiendo inmigrado en uno u otro momento el resto, entre ellos algunos destacados ciudadanos que son foráneos, como por ejemplo Carmen Heras, Jesús Medina y esposa, Manuel Veiga, Artemio Baigorri, Antonio Vázquez, Jaime Velázquez, Federico Suárez, Eva Pérez, Mª Jesús Mejuto, entre otros.
 Sin embargo en España viven 1.558.656 personas nacidas en Extremadura por lo cual, descontando a las que residen en la región, en el resto del país habitan 607.927 extremeños de nacimiento dados de alta en los respectivos padrones nacionales, muchos de los cuales se han ido durante los últimos 30 años.
 Extremeños/as que habrán tenido descendencia inscrita en los padrones municipales como nacidos en el lugar de residencia de sus progenitores, por lo tanto no cuantificables como originarios de Extremadura aunque en realidad lo sean como consecuencia de ser hijos de extremeños. 
En lo que respecta a las edades, el 14,1% de los residentes en Extremadura, según el Padrón precitado, 159.395  son menores de 15 años, o sea representan en principio el futuro demográfico extremeño, dato que se contrapone a los mayores de 64 años y que viven en la región, 211.985 personas que suponen el 19,1 % de los extremeños.
 Si a la dicotomía anterior añadimos que los extremeños residentes de 50 y más años representan el 36% de la población, concluiremos afirmando lo obvio, la población extremeña con una baja densidad es un colectivo regresivo generacionalmente, todo lo cual, no nos cansaremos de repetirlo tiene un origen socioeconómico a su vez ocasionado por una actuación política caciquil que ya dura casi 30 años.
 Así las cosas cabría esperar que en un territorio demográficamente estancado, con una población activa 6,21 puntos por debajo de la media nacional, el paro no se cebaría con sus habitantes, y sin embargo, por causas estructurales, es todo lo contrario.
Según la última Encuesta de Población Activa del INE, primer trimestre de 2010, siendo la tasa de paro media a nivel estatal del 20,05 % de la Población Activa, en Extremadura nos encontramos en el 23,45%, los terceros en el podium de todas las Comunidades incluyendo Ceuta y Melilla, en cifras absolutas 114.000 parados y creciendo.
 Según el INE durante el primer trimestre del año en curso las personas ocupadas en Extremadura, eran 372.100 trabajadores, cifra que, comparándola con el primer trimestre de 2009 ha descendido en 10.300 efectivos, mientras que los pensionistas crecen al envejecer la población, alcanzando el número de pensiones en Extremadura en Abril de 2010 un total de 206.354, por un importe medio mensual de 662,97 euros, el menor de España, siendo 113.491 las pensiones de jubilación que se perciben por los extremeños.
 En consecuencia por cada persona que percibe una pensión, en sus diversas acepciones, en Extremadura, trabajan menos de dos personas, 1,8 exactamente, por lo que si el sistema de la Seguridad Social estuviera regionalizado en cuanto a su financiación habría quebrado, claro que este comentario es hasta cierto punto prescindible por cuanto nos encontramos ante una FICCIÓN de Autonomía, ante un ARTIFICIO, sostenido en más de sus dos terceras partes mediante transferencias exteriores pese a lo cual sus administradores despilfarran tales recursos para mantenerse en el poder regional, ya que sus presupuestos se gastan en un 80% en gastos corrientes, y de estos un 40% se dedica a pagar cargos públicos y funcionarios que suponen casi un 30% de los ocupados en Extremadura.
 Debacle económica, debacle social, y por ende demográfica que nos introduce más y más en el subdesarrollo desde 1982 de la mano de un abyecto sistema político caciquil que, los extremeños de bien, para sobrevivir y posteriormente prosperar, debemos borrar de la faz de Extremadura.