sábado, 20 de septiembre de 2014

¿Por qué eligió el hombre más poderoso de su época retirarse a un pueblo de Extremadura?

Carlos V fue a Cuacos de Yuste en busca de su particular refugio del guerrero. En 1558, el emperador falleció de fiebre palúdica, causada por la picadura de un mosquito procedente de uno de los estanques de la zona


César Cervera


MUSEO DEL PRADO


A los 55 años, el Rey de España y emperador Carlos de Alemania, desdentado y con la apariencia de un hombre de setenta años, decidió abdicar y retirarse a Cuacos de Yuste (Extremadura) en busca de su particular refugio del guerrero y de un clima propicio para la gota. Corría el año 1555.
Tiempo antes, en 1552, Carlos V de Alemania (I de España), rey guerrero, vivió los momentos más complicados de su trayectoria militar. En mayo, su antiguo aliado, el duque Mauricio de Sajonia, había tomado el Tirol y avanzaba hacia Ingsbruch, la ciudad imperial, dentro del contexto de las guerras de religión que los católicos mantenían contra los príncipes luteranos en Alemania. El emperador Carlos, con un pequeño séquito donde se incluía el III duque de Alba, se vio obligado a huir por los Alpes en medio de una fuerte tormenta de nieve y con el enemigo siguiéndole de cerca. Tras recuperar las energías, Carlos V puso sitio a la plaza de Metz, pero la resistencia que ofreció el Duque de Guisa y su mal estado de salud le obligaron a levantar

miércoles, 3 de septiembre de 2014

Investigadores de la Universidad de Extremadura rescatan gran cantidad de curiosidades entre la domumentación existente sobre los fenómenos meteorológicos en la península

CIENCIA

Una sequía en Al-Andalus fue tan severa que sus pobladores llegaron al canibalismo

ARCHIVO ABC.ES


El registro oficial de las series meteorológicas en España comenzó alrededor de 1850, pero antes ya se habían anotado medidas puntuales en algunas zonas de la península ibérica. Las primeras las remitió en 1724 el médico portugués Isaac Sequeira al físico británico James Jurin, que intentaba formar una red europea de meteorólogos, según recogen documentos guardados en la Royal Society de Londres.
Fernando Domínguez, investigador de la Universidad de Extremadura, ha rescatado la información contenida en la domumentación existente sobre los fenómenos meteorológicos en la península, con datos tan curiosos como que en 1724 pasó por Portugal una de las peores tormentas conocidas. Más tarde, en 1815, se sintieron en España los efectos de la erupción del volcán Tambora, y casi mil años antes, en el 898, una sequía en Al-Andalus fue tan severa que sus pobladores llegaron al canibalismo.
Fernando Domínguez ha desvelado a la agencia Sinc parte de la investigación, publicada en la revista «Climatic Change», aunque los autores también han analizado la variabilidad