martes, 30 de noviembre de 2010

El Día califica de "muertos de hambre" a los extremeños




El editorialista tilda de criminal rapaz al ex presidente Juan Carlos Rodríguez Ibarra

 

José Rodríguez apunta que los españoles vendieron a mujeres y niños en lonjas de Sevilla y Valencia

Juan Velarde, 29 de noviembre de 2010 a las 08:28
Enésimo desbarro secesionista y xenófobo de El Día. Este fin de semana le ha tocado el turno a los extremeños, más en concreto a su ex presidente autonómico, Juan Carlos Rodríguez Ibarra, al que el editorialista no ha dudado en tildar subrepticiamente de "muertos de hambre" en el artículo Un auténtico godo.
Las andanzas y las derivas soberanistas del diario de la avenida Buenos Aires han traspasado los límites de las Islas. El político socialista sólo ha dicho que el nacionalismo canario se ha inventado la memoria histórica del Archipiélago. Un pecado mortal para el expedidor de la canariedad.

Las críticas de Ibarra fueron dirigidas hacia Juan Manuel García Ramos, uno de los supuestos 'padres' del nacionalismo más radical de Canarias. Pues bien, éste no ha tenido reparos en arremeter contra el ex jefe del Ejecutivo extremeño, palabras que El Día comparte y hasta reproduce sin pudor alguno.

Afirma el editor-director de los apellidos castellanos (Rodríguez Ramírez) que "apoyamos plenamente cuanto ha dicho sobre el ex presidente de la Junta de Extremadura, Juan Carlos Rodríguez Ibarra, a quien ha calificado, muy acertadamente, de un godo más que viene a faltarnos el respeto, al decir que el nacionalismo canario se ha inventado la memoria histórica". 

El dueño de El Día se plantea la siguiente duda existencial, ¿qué comían en Extremadura cuando en Canarias vivía un pueblo que habitaba unas islas entonces llamadas afortunadas? Bellotas. Es decir, alimento de cerdos. Y ni eso, porque Pizarro se lanzó a la conquista de tierras americanas, que expolió como otros tantos peninsulares muertos de hambre, porque sus amos ni siquiera le permitían comerse las bellotas de los cerdos".
DESVARÍO

El desvarío de Rodríguez le alcanza para afirmar sin ambages que "acierta igualmente Juan Manuel García Ramos cuando afirma que Canarias no se ha inventado nada, pues en el siglo XV era una nación con costumbres, religión, cultura y una manera de llevar la vida que estaba casi en el neolítico, y llegaron unos salvajes que acabaron con sus habitantes y a otros pocos, niños y mujeres, los vendieron en las lonjas de Andalucía y Valencia. Nos congratula oírle decir a alguien de la talla intelectual de García Ramos lo mismo que venimos denunciando nosotros desde hace mucho tiempo".

Como cabía esperar, prosigue el independentista de papel, "las palabras del presidente del PNC no han caído bien en algunos medios españolistas. ¿Estará ya a estas alturas el denunciador oficial redactando una minuta por xenófobo contra García Ramos? Tenga cuidado, don Juan Manuel, que nosotros sabemos mucho de eso. Sin embargo, el calificativo "godo" (lo hemos dicho muchas veces y lo han recordado recientemente nuestros articulistas Andrés Chaves y Ricardo Peytaví) no se refiere al lugar de procedencia de una persona, sino a su actitud". 

Un godo, explica la diatriba editorial, "no es el peninsular correcto que vive entre nosotros, perfectamente integrado y respetando la idiosincrasia de los canarios. Un godo es un español prepotente que actúa en plan "enterado", avasallando con su "sapiencia" y sus presunciones de villas y castillos en su tierra de origen, cuando la realidad es que ha tenido que venir a Canarias para comer caliente. Ese es el godo".

Por lo tanto, aclara José Rodríguez, "calificar a alguien de godo, como ha hecho García Ramos con Rodríguez Ibarra, no supone una actitud xenófoba sino una crítica a la odiosa autosuficiencia de algunos individuos, incluso no necesariamente peninsulares. Pero no se nos escapa que son muchos los interesados en colgar sambenitos a quienes no piensan como ellos. Desacreditar al contrario siempre les ha dado buenos réditos a los bellacos y también a la hez del periodismo".

De paso, reclama una especie de juicio sumarísimo al afirma que "los habitantes de Canarias formaban un pueblo cuando llegaron sus viles invasores en el siglo XV. ¿Duda alguien de que hubo un genocidio? En la Alemania actual es un delito negar el holocausto de los judíos a manos de los nazis. ¿Cuándo va a existir una ley similar en España respecto a los crímenes que cometieron en estas Islas las tropas regulares y mercenarias de Castilla? ¿No sabe Rodríguez Ibarra que entre esos rapaces criminales también había extremeños?"

lunes, 22 de noviembre de 2010

LA MATANZA DE BADAJOZ - Dieciocho segundos de filmación de Franco rompen un mito de la guerra

El capitán Luis Antonio Bolín observa cómo el periodista francés Jean d´Esme toma nota de las declaraciones de Franco. Graba la imagen René Brut, el protagonista de esta singular historia.




Desde un punto de vista estrictamente archivístico, el material ya es importante: son las primeras imágenes en movimiento que existen de Francisco Franco en Cáceres a inicios de la Guerra Civil.

Pero el hallazgo de dos jóvenes historiadores extremeños, Moisés Domínguez Núñez y Antonio Manuel Barragán Lancharro, tiene un significado aún mayor para interpretar los sucesos conocidos como "la matanza de Badajoz", esto es, el supuesto asesinato de miles de simpatizantes del Frente Popular en la plaza de toros de la ciudad, cuando ésta fue tomada por los nacionales a mediados de agosto de 1936.

Ya en un libro reciente, La matanza de Badajoz ante los muros de la propaganda, Domínguez, junto con Francisco Pilo y Fernando de la Iglesia, mediante una investigación jamás realizada sobre las fuentes, habían demostrado la insostenibilidad de esa versión de los hechos (incluyendo una fotografía definitiva al respecto), al tiempo que documentaban que los fusilamientos, en mucho menor número, tuvieron lugar principalmente en otro lugar.

Ahora Domínguez y Barragán aportan una prueba más. Han descubierto dieciocho segundos de filmación en los archivos del diario francés Pathé-Journal que figuraban en sus registros como captados en Burgos. Los investigadores han descubierto que en realidad las imágenes se tomaron en el Palacio de los Golfines de Arriba, en Cáceres.

Y el descubrimiento es importante por la personalidad del cámara, René Brut, cuya historia ha alimentado muchas de las interpretaciones erróneas sobre lo sucedido en Badajoz. El hecho de que grabara esas imágenes en Cáceres el 30 de agosto de 1936 permite reconstruir sus pasos. Y desmiente, por ejemplo, que pasara varias semanas en la cárcel de Sevilla por haber filmado algunos fusilamientos de Badajoz.

En realidad, él y otro amigo y colega de otro diario, Jean d´Esme (a quien Franco conocía porque le había entrevistado en Tetuán al inicio de la guerra), recibieron ese día permiso directo de Franco para rodar en el frente. Pero Brut fue detenido en Sevilla el 5 de septiembre, no por orden del capitán Luis Antonio Bolín, jefe de prensa de los sublevados, sino por indicación del general Gonzalo Queipo de Llano, como demuestran Domínguez y Barragán. Y es que se había sabido que en Francia se habían publicado sus fotos sobre la represión, sin ninguna referencia a la plaza de toros, por supuesto.

Brut estuvo arrestado ocho días, tres en un hotel y cinco en la prisión de Carmona, hasta ser liberado mediante diversas gestiones internacionales, entre ellas de la misma hija de Queipo de Llano, que hizo valer que el periodista tenía tres hijos.

La investigación, que fue presentada recientemente en los Coloquios Históricos de Extremadura celebrados en Trujillo, demuestra además que de las imágenes que tomó Brut nunca se mandó cortar nada sobre la plaza de toros, donde no filmó nada relevante, sino algunos trozos referidos a los fusilamientos del cementerio. 


Carmelo López-Arias, El Semanal Digital

sábado, 20 de noviembre de 2010

Almendralejo se vuelca en la defensa del crucifijo

Cinco mil asistentes según estimaciones de la Policía local de Almendralejo. Nunca se ha visto nada igual en la historia de este pueblo, salvo la petición de un hospital hace ya bastantes años. Fue una marea humana la que se concentró en la noche de este viernes para una localidad, la de Almendralejo (Badajoz), de 25.000 habitantes. Protestaban por la retirada de los crucifijos de algunas aulas del colegio público Ortega y Gasset.

Una de cada cinco personas del pueblo, de todas las clases sociales y edades, se unieron en un ambiente festivo a la protesta -organizada por la la Asociación de Madres y Padres de Alumnos (AMPA) del centro- contra la orden de la Consejería de Educación de la Junta de Extremadura de quitar los crucifijos de dos aulas del centro, tras la denuncia del padre de dos alumnos, Lorenzo Losada, portavoz del PSOE de la localidad.
Losada también ha pedido la prohibición de cualquier acto religioso en el centro, como la apertura de curso con una misa, el miércoles de Ceniza, las flores a la virgen en mayo o la recreación de un belén viviente por los alumnos del centro: "No podemos volver a la imagen de la España de los años 50", manifestó hace dos semanas, cuando estalló la polémica.

La concentración, en la que reinó la alegría y en la que estuvieron presentes muchos alumnos de este colegio y del resto del pueblo, así como de muchas personas que portaban una cruz en las manos o cruces blancas de papel en el pecho, tuvo lugar junto a la Iglesia de la Purificación, en la Plaza de España y bajo una gran imagen del Cristo de la Paz, obra del escultor extremeño Juan de Ávalos.



La fiesta se completó con música de 'La Misión', 'El Himno de la Alegría' o la canción 'Color de Esperanza', de Diego Torres. También se pudieron se exhibieron pancartas con los lemas 'Cristo Vive' o 'Libertad para Él'. También se lanzaron al cielo dos palomas de la paz, simbolizando la libertad.
La cita era el paso previo a una demanda judicial que interpondrá la AMPA si la administración no da marcha atrás, reconsidera su postura y los crucifijos vuelven a las aulas.
El acto comenzó con las palabras la presidenta del colectivo, Dolores Galán, quien resaltó que "no vamos a permitir que esta polémica sea utilizada electoralmente ni a favor ni en contra", ante el aplauso de los presentes.

Llamamiento a la serenidad y la concordia

En cualquier caso, el portavoz de los padres, Francisco Lamoneda, se dirigió a los presentes realizando "un llamamiento a la serenidad y la concordia porque esta concentración no es contra nadie sino a favor del sentir mayoritario de un pueblo que esta noche ha salido a las calles a defender sus convicciones".
Almoneda apeló al artículo 18 de la Constitución Universal de Derechos Humanos ("toda persona tiene derecho a la libertad de pensamiento, de conciencia y de religión") y el 16.3 de la Constitución Española ("se garantiza la libertad religiosa y sus manifestaciones y los poderes públicos tendrán en cuenta las creencias religiosas de la sociedad española").
También se quiso dejar claro durante la concentración que "en ningún caso puede politizarse este asunto, ni estrictamente darle una dimensión religiosa pues tiene un trasfondo cultural y social que es nuestro más firme argumento", declaró el portavoz de la AMPA.
"No queremos imponer credo o religión a nadie, respetamos absolutamente la libertad de todos los padres que tengan las creencias religiosas que estimen oportunas o que del que no las tenga, y por ello las clases de religión son opcionales", dijo Lamoneda. Pero seguidamente añadió: "No podemos consentir que, totalitariamente nos impongan su no creencia a todos los demás, pues el crucifijo no es un símbolo religioso sino socio-cultural, consustancial a nuestra civilización desde hace dos mil años".
Además, en la declaración que se leyó ante los presentes, Lamoneda señaló que si se quitan los crucifijos de las aulas "habría que clausurar el Museo del Prado y todas las pinacotecas que, salpicadas por toda nuestra nación, evocan un sentimiento milenario, una cultura universal que cristaliza en este pueblo, de forma pujante y permanente desde el Beato de Liébana hasta el Cristo cósmico de Dalí, paseando la mirada en medio por Velásquez, Murillo, Zurbarán, El Greco, Goya, Rosales, Sorolla...".

En definitiva, quiso aclarar que "cualquier antropólogo o sociólogo, por mínima que fuere su cualificación o dotación intelectual, no puede negar que arrancar la cruz de una pared de todos es pretender ingenuamente arrebatar el alma a nuestro propio ser, renegar absurdamente de nuestro patrimonio histórico-cultural más indiscutible".
Por último, la AMPA hizo un llamamiento a todos "a la integración de inmigrantes y no inmigrantes en el pueblo, en la civilización en la que han decidido vivir, que nosotros no le hemos impuesto, y que con pleno talante democrático asuman el sentir abrumadoramente mayoritario de un pueblo, haciendo con ello un auténtico alarde de tolerancia, cultura y solidaridad".

martes, 9 de noviembre de 2010

Australianos, koreanos, rusos… Triple espiral especulativa sobre el uranio de Salamanca



@Carlos Hernanz.- 08/11/2010 (06:00h)
Salamanca tiene un encanto potencial que ha convertido a las minas de uranio de la localidad de Saelices el Chico en objeto de interés internacional. El último en morder el anzuelo del dorado que prometen las viejas minas del mineral nuclear ha sido el gigante ruso del acero Severstal, que a finales del pasado mes de octubre presentó una oferta amistosa de compra sobre la australiana Berkeley Resources, propietaria del 90% de los derechos de explotación de las minas salmantinas.

En el caso de prosperar la oferta, Severstal se convertiría en el nuevo accionista de referencia de Berkeley Resources, una compañía minera junior, como se califica a las más jóvenes con derechos de explotación sobre yacimientos no probados, que cotiza en el mercado alternativo bursátil de Londres, constituida en Australia, que tuvo como primer socio de referencia a la francesa Areva y cuyos únicos activos son las minas a cielo abierto de Salamanca, cuyo contrato ganó en mayo de 2008.

El extraño baile de socios y nacionalidad arrancó a comienzos de este mismo 2010. Areva y Berkeley anunciaron el fin de su alianza tras tres años de relación, pero después de que en mayo de 2009 la minera australiana hubiera recibido el visto bueno del consejo de ministros para iniciar la exploración, investigación y explotación del dominio de Saelices el Chico (Ciudad Rodrigo). Pero el hueco de los franceses fue pronto puesto en el mercado, con la esperanza de incorporar a nuevos inversores.

Las pretensiones de países como China, India, Francia o Estados Unidos de construir nuevas centrales nucleares han convertido el uranio en objeto de especulación. Este atractivo ha sido el que provocó que el pasado mes de septiembre la propia Berkeley anunciara la existencia de un acuerdo de intenciones con la surcoreana Korea Electric Power Corporation (Kepco) por el que, a cambio de 55 millones de euros, participaría en el proyecto de los yacimientos y la viabilidad para su extracción.

Sin embargo, cuando la promesa del dinero surcoreano todavía no era una realidad, Berkeley se descolgó la última semana de octubre con un comunicado a la autoridad bursátil londinense informando sobre la existencia de una oferta amistosa por parte de Severstal para hacerse con la compañía o, en su defecto, con una mayoría de control. El gigante ruso del acero ofrece 125 millones de euros por la australiana, cuando ésta pagó por los activos que gestiona tres años la modesta cantidad de 5 millones.

Estas entradas y salidas de socios, alumbrados al calor de las expectativas generadas en torno a la explotación, han provocado incertidumbre en Enusa, le empresa estatal controlada por SEPI (60%) y Ciemat (40%) con la que australiana comparte por ley los derechos de las minas, un consorcio a 30 años (prorrogable hasta 90) donde un 90% es para Berkeley, representada por el español José Ramón Esteruelas, y el otro 10% por la sociedad pública presidida por José Luis González.

Al margen de las tensiones políticas generadas por el conflicto ecológico que abre el posible funcionamiento de las minas, desde algunos organismos públicos existían serias reservas sobre Berkeley. Por un lado, por el riesgo de que condicionara la viabilidad del proyecto -en el que ha prometido a aportar 200 millones de euros- a la obtención de ayudas públicas. Otro tenía que ver con la eventual utilización de los derechos de explotación -que antes fueron públicos- como mero objeto especulativo.

Y esa sospecha se ha cumplido. Aunque la empresa pública Enusa no se ha pronunciado oficialmente, desde una parte de la Administración siempre ha tenido el temor de que la australiana, participada por fondos de inversión especializados, fuera capaz de sacar adelante un proyecto que fue abandonado en el 2000 y más aún de que estuviera dispuesta a asumir los elevados costes de reapertura, cuya fecha de comienzo más factible se ha retrasado a 2014… salvo milagro ruso.

El Confidencial