lunes, 22 de noviembre de 2010

LA MATANZA DE BADAJOZ - Dieciocho segundos de filmación de Franco rompen un mito de la guerra

El capitán Luis Antonio Bolín observa cómo el periodista francés Jean d´Esme toma nota de las declaraciones de Franco. Graba la imagen René Brut, el protagonista de esta singular historia.




Desde un punto de vista estrictamente archivístico, el material ya es importante: son las primeras imágenes en movimiento que existen de Francisco Franco en Cáceres a inicios de la Guerra Civil.

Pero el hallazgo de dos jóvenes historiadores extremeños, Moisés Domínguez Núñez y Antonio Manuel Barragán Lancharro, tiene un significado aún mayor para interpretar los sucesos conocidos como "la matanza de Badajoz", esto es, el supuesto asesinato de miles de simpatizantes del Frente Popular en la plaza de toros de la ciudad, cuando ésta fue tomada por los nacionales a mediados de agosto de 1936.

Ya en un libro reciente, La matanza de Badajoz ante los muros de la propaganda, Domínguez, junto con Francisco Pilo y Fernando de la Iglesia, mediante una investigación jamás realizada sobre las fuentes, habían demostrado la insostenibilidad de esa versión de los hechos (incluyendo una fotografía definitiva al respecto), al tiempo que documentaban que los fusilamientos, en mucho menor número, tuvieron lugar principalmente en otro lugar.

Ahora Domínguez y Barragán aportan una prueba más. Han descubierto dieciocho segundos de filmación en los archivos del diario francés Pathé-Journal que figuraban en sus registros como captados en Burgos. Los investigadores han descubierto que en realidad las imágenes se tomaron en el Palacio de los Golfines de Arriba, en Cáceres.

Y el descubrimiento es importante por la personalidad del cámara, René Brut, cuya historia ha alimentado muchas de las interpretaciones erróneas sobre lo sucedido en Badajoz. El hecho de que grabara esas imágenes en Cáceres el 30 de agosto de 1936 permite reconstruir sus pasos. Y desmiente, por ejemplo, que pasara varias semanas en la cárcel de Sevilla por haber filmado algunos fusilamientos de Badajoz.

En realidad, él y otro amigo y colega de otro diario, Jean d´Esme (a quien Franco conocía porque le había entrevistado en Tetuán al inicio de la guerra), recibieron ese día permiso directo de Franco para rodar en el frente. Pero Brut fue detenido en Sevilla el 5 de septiembre, no por orden del capitán Luis Antonio Bolín, jefe de prensa de los sublevados, sino por indicación del general Gonzalo Queipo de Llano, como demuestran Domínguez y Barragán. Y es que se había sabido que en Francia se habían publicado sus fotos sobre la represión, sin ninguna referencia a la plaza de toros, por supuesto.

Brut estuvo arrestado ocho días, tres en un hotel y cinco en la prisión de Carmona, hasta ser liberado mediante diversas gestiones internacionales, entre ellas de la misma hija de Queipo de Llano, que hizo valer que el periodista tenía tres hijos.

La investigación, que fue presentada recientemente en los Coloquios Históricos de Extremadura celebrados en Trujillo, demuestra además que de las imágenes que tomó Brut nunca se mandó cortar nada sobre la plaza de toros, donde no filmó nada relevante, sino algunos trozos referidos a los fusilamientos del cementerio. 


Carmelo López-Arias, El Semanal Digital