miércoles, 26 de junio de 2013

David Reubeni, el padre del Sionismo, murió en Badajoz a manos de la Inquisición

Del blog Guiris por Extremadura, de Cecilio Venegas:


Parece que en estos días, según las noticias publicadas en Hoy, la Comunidad Autónoma de Extremadura, empieza a estrechar lazos con el actual estado de Israel, y por tanto con la Comunidad y tradición judía.
El moderno Estado de Israel se funda tras infinitos avatares finalmente en 1948, logrando así, no sin dificultades y con guerras y revueltas posteriores, lo que se venía ansiando desde la diáspora judía y destrucción del Estado primitivo por el emperador Tito, tras  sitiar y conquistar Jerusalén (70), cuyo templo fue saqueado y destruido por sus tropas (que desobedecieron sus órdenes expresas de no hacerlo) y el incendio a la ciudad. Su victoria fue recompensada con untriunfo y conmemorada con la construcción del Arco de Tito.



Los judíos a partir de entonces, dispersos por el mundo, fueron más que nunca protagonistas de su propia historia ya que, aún provenientes de un tronco común,  acabaron perseguidos por los cristianos durante casi 20 siglos en conflictos que han tenido que ver con la religión, la economía y el poder político.
Su asentamiento en España ha estado documentado desde antes de la Edad Media hasta que, finalmente el año de 1492, no solo fue el año del fin de la Reconquista y del Descubrimiento de América, sino también de la expulsión de una gran masa de españoles, cuyo delito imperdonable fue el ser de raza judía.
Ese año se convirtió en bisagra entre el mundo propiamente judío español y el judeoconverso, ambos con profundas incidencia en la historia y la cultura españolas. Tras la expulsión y saqueo de las juderías y, en muchos casos, de la destrucción sistemática de toda huella judía, a pesar de todo, la impronta dejada durante siglos, no podía borrarse de la noche a la
mañana.
Son testigos de su asentamiento en Extremadura, particularmente las poblaciones con Juderías importantes del norte extremeño, como fueron las de Cáceres, Coria, Guadalupe, Valencia de Alcántara, Hervás y Plasencia. En la franja central tenemos noticias de las de Alburquerque, Badajoz, Mérida y Medellín. Del Sur, Azuaga, Fregenal, Burguillos del Cerro, Jerez, Llerena, Segura de León, Zafra…, fueron receptoras principales de los judíos que, en los siglos XIV y XV, huyeron de las duras persecuciones a que se vieron sometidos en Portugal y Andalucía.
En resumidas cuentas, la presencia judía en Extremadura ha resultado más que notable. Resultan ya clásicos los estudios que van enriqueciendo el conocimiento de la presencia hebrea en Extremadura, especialmente en el apartado de la difícil identificación de individuos y familias de estirpe o adscripción judeoconversa. Así Serrano Mangas (2004), tras un estudio documental modélico, ha sido capaz de identificar al autor de la ocultación de la conocida Biblioteca de Barcarrota.
Nómina de Barcarrota
Nómina de Barcarrota

Igualmente R. Caso Amador y J.L. Fornieles Álvarez (2001) han estudiado y fijado el tan debatido origen judío del genial Benito Arias Montano. Luis Garraín, cronista oficial de Llerena, (1999) ha podido llegar a establecer, a través de nóminas de penitenciados por la Inquisición, el origen judío del Cronista de Indias, el llerenense Cieza de LeónGuillermo Kurtz se ha internado documentalmente en la judería de Badajoz entre 1200 y 1492 (2005). Marciano de Hervás lleva años animando al estudio de la presencia judía en la Alta Extremadura y, desde ella, en toda la región. Fermín Mayorga (2007) sobre Alburquerque y Fregenal. Se investiga también el origen judío de otros extremeños ilustres como Arceo y Sorapán de Rieros.


La  propia toponimia es delatora de la realidad pasada. Topónimos como Cinoja, o Sinoga ubican a las claras la existencia de una sinagoga. Denominaciones de Calle Nueva, Calle de Santa Cruz, el Toledillo… nos ponen también en la pista de la existencia de la aljama o judería.
No es casualidad que ermitas, conventos o parroquias con el nombre de Santa Catalina hayan cristianizado una anterior sinagoga en el mismo sitio, casos de Badajoz, Mérida, Llerena, Zafra, Burguillos del Cerro, Fregenal de la Sierra, Jerez de los Caballeros e Higuera la Real.
Otras veces es el propio término de judío o equivalentes el que encontramos en topónimos urbanos o extramuros de nuestras villas y ciudades, tales como La Fuente del Judío, finca ‘El judío’ o la de Matajudíos, Cañada del judío, Fonsario de (u osario) de judíos, Las Marranas, etc.

Judería de Valencia de Alcántara. Fotografía de Álvaro Fernández Prieto
Judería de Valencia de Alcántara. Fotografía de Álvaro Fernández Prieto
Además de la arquitectónica, podríamos pasar revista a la huella humana, floclórica, gastronómicas, que dejó la presencia judía en Extremadura.
Pero existe un personaje, otro más de nuestros guiris por Extremadura, que si  bien no tiene ascendencia extremeña, sí ha tenido renombre universal y que acabó sus días en Badajoz, a manos de la Inquisición, relajado al brazo secular  por el Santo Oficio, y del que podemos rastrear noticias por el que ha sido príncipe de los investigadores extremeños, el irrepetible D. Antonio Rodríguez Moñino, en su artículo Les Judaisants a Badajoz, 1493 a 1599 en la Revue des Etudes Juives, París, 1956.

Se trata de David Reubeni,  verdadero propulsor del sionismo, búsqueda de espacio geográfico para el pueblo judio, allá por la mitad del siglo XVI. Su vida y obra están recogidas en la novela histórica “El Mesías”, de Marek Halter.
Novela histórica
Novela histórica

Coetáneo de Miguel Ángel y de Maquiavelo, esos dos símbolos del Renacimiento, había planeado crear un estado judío en tierras de Israel más de cuatro siglos antes de lo que hiciera otro David, David Ben Gourion. Había concebido y organizado ese proyecto como una acción diplomática, política y militar.
La clave de su estrategia era una alianza judeocristiana, destinada a hacer frente a la creciente influencia de un Islam que no dejaba de realizar conquistas a ambas orillas del Mediterráneo. Además, a cambio del apoyo de los soberanos europeos a la causa nacional judía, se declaraba dispuesto a conceder al Vaticano el control de los Santos Lugares cristianos de Jerusalén, poniendo coto al afán expansionista de Soliman.

Su historia pasa por entrevistarse a la búsqueda de sus apoyos, con Carlos V, y el Papa Clemente VII, para acabar sus días en el Badajoz de 1538, a mitad de camino entre Llerena y Évora.
En ese tiempo, los condenados por la Inquisición acababan sus días no solamente sufriendo pena corporal sino reprobados en sí y sus generaciones venideras por la imposición del llamado sambenito Los sambenitos de los reos se colgaban en las iglesias existentes en la localidad, con el nombre del condenado y la herejía cometida.
Así, con el sambenito en el templo, quedaban marcada de por vida todas las generaciones del reo. Los familiares del condenado no podían trabajar en trabajos público, ni usar oro ni plata, montar a caballo, ni vestir color carmesí. En las iglesias de toda España permanecieron colgados durante casi doscientos años, hasta que la Inquisición fue abolida en el año 1834 y se dieron tres días de plazo para eliminar los sambenitos de todos los templos.

Encausado con sambenito
Encausado con sambenito
Este hecho, y la relación consecuente da pie a que Rodríguez Moñino copie textualmente del memorial obrante en la Catedral de la ciudad badajocense lo siguiente:
“ David judío que decían del çapato. Hijo del dixo ser del Rey Salomón y hermano del Rey Juzep, natural del desierto de Hobot, que uino al Reino de Portugal el año de quinientos y veinte y cinco, el qual dogmático y conuirtio muchos xrianos a la ley muerta de los judíos, relaxado en persona año de 1538”