Ibarra, socialista señorito, tan a gustito y con lencería fina. Pero Extremadura sigue en el último puesto, siendo una de las autonomías con mayor potencial de crecimiento.
Ibarra renunció a su sueldo de ex presidente autonómico. A cambio, la Asamblea abona todos los gastos de su despacho. El PP habla de irregularidades.
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Hasta el momento, el despacho que el ex presidente Rodríguez Ibarra ya ha costado a los extremeños dos millones de euros, desde 2007. Todos los gastos de este despacho – situado en Mérida - de 315 metros cuadrados corren a cuenta de la Asamblea de la comunidad, "cualquiera sea su importe", según acreditan los documentos a los que ha tenido acceso El Mundo, y publica este lunes.
Lo cierto es que los múltiples excesos de este "macro despacho" se justifican gracias al "Estatuto del expresidente" que se aprobó días antes de que Rodríguez Ibarra abandonase su cargo. Tanto PSOE como PP dieron su apoyo a la aprobación de este documento. El socialista renunció al sueldo que le correspondía como expresidente autonómico, y alardeó de ello, pero se guardaba este As en la manga: un despacho, costeado con dinero público, para gestionar su actividad profesional tras renunciar a su cargo público. Corría entonces 2007, y los gastos no han hecho más que aumentar ilimitadamente.
En primer lugar, este piso de lujo primero fue alquilado por la Asamblea extremeña – por un coste de 2.500 euros al mes), y fue remodelado con el subsiguiente coste. Después, el organismo compró el inmueble por 500.000 euros. En total, todo ello les costó a los extremeños un millón de euros, entre gastos de albañilería y remodelación.
Y a partir de ahí, todo han sido gastos de lujo, que el despacho de Ibarra ha ido emitiendo y la Asamblea ha aceptado "cualquiera sea su importe", en un trámite meramente formal. Se recibían, y eran aprobadas de inmediato, no existiendo gasto lo suficientemente elevado para ser denegado o recortado.
El local: decoración, empleados y seguridad
Una vez adquirido, Ibarra se gastó 242.000 euros para las dotaciones interiores del local: 3.050 euros para un sofá Le Corbusier, 579 euros en perchero, 679 en una lámpara, 222 en un cenicero papelera o 1.800 en una alfombra roja. En total, 315 metros cuadrados de todo lujo, en el que el socialista cuenta con una sala de estar a su despacho presidencial, un despacho para su director de oficina, otro para su asesor, una sala de escoltas, dos salas de espera y un secretariado.
Ibarra tiene un personal exclusivo a su disposición: un director, un asesor, un secretario y un chófer. Pagar sus nóminas cuesta a las arcas públicas 88.000 euros al año. Por supuesto, no faltan otros empleados de seguridad, a los que el Parlamento extremeño les abona cada mes un complemento específico extra, que suponen al año otros 55.000 euros. Y eso, sin añadir los costes de desplazamientos y manutención cada vez que Ibarra acude de viaje por España.
Para estos desplazamientos, Ibarra tiene cuatro vehículos a su disposición, uno de ellos un Audi A8 que costó más de 56.000 euros . En gasolina, el expresidente ha cobrado a la Asamblea 90.835,05 euros, en tres años.
Todos los gastos de Ibarra: flores, lencerías, regalos, teléfono...
Pero el macro despacho no sólo genera gastos relacionados con sus lujosos muebles, preparado personal o remodelaciones exclusivas. Además, Ibarra también le pasa a la Asamblea las facturas de sus regalos personales, encontrándose entre los datos, partidas ciertamente reseñables.
Por ejemplo, existe una factura que tiene como epígrafe el de "suministros de lencería y vestuarios" que asciende a 598 euros. Ibarra también costea a través de los fondos públicos su regalo a la presidenta de la Junta por su maternidad, cuando le envió dos centros de flores de 68,48 euros, y de 95,88 euros. No es la única factura de flores: ente las partidas se encuentra una de 3.020 euros y otra de 811 de las que no figura el destinatario.
Otra partida que da lugar a la controversia es una que asciende a 812 euros, de botellas de vino. Ibarra también ha querido dotar a su personal del mejor aspecto, para lo que compró nueve uniformes destinados para el personal de oficina y sus conductores, que costaron 600 euros cada uno. Junto a ella, aparecen otros gastos de vestuario: camisas, americanas y trajes...pero no existe destinatario. También unos zapatos de 89 euros, u otros de 98, para el conductor.
¿Quién aprueba estos gastos?
Según se aprobó el 20 de Febrero de 2008, se aprobó que fuera únicamente la figura del letrado mayor y secretario General de la Cámara, con el visto bueno de la presidencia, quien diera su aprobación a todos estos gastos "cualquiera sea su importe".
Todo ello, en una comunidad con el 25% de paro y la renta per cápita más baja del país. El pasado año, Extremadura fue la segunda comunidad donde más creció la deuda de su Administración pública, concretamente un 60%.
La justificación de Ibarra
Cuando el socialista aprobó el estatuto del expresidente, aseguró que no se trataba de una "ley para mí", publicó entonces el diario Hoy. Aseguró que había que pensar en otros futuros presidentes que no sean funcionarios como él y se vean obligados a dejar su trabajo "y cuando terminen su mandato no puedan volver a él. No es una insensatez que quien quiera acogerse a este estatuto pueda hacerlo". Además lo justificó diciendo que era una "garantía porque un expresidente, con los resortes que ha manejado, es preferible que tenga un sueldo a que se ponga en el mercado para el primero que le coja, no importa quién".
Sobre el despacho, Ibarra lo justificó diciendo que ya "había recibido cuatro propuestas de seminarios y cursos y cuando yo no esté no creo que sea mi mujer la que tenga que coger el teléfono. Tampoco creo que sea un dispendio para los extremeños".
Libertad Digital
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