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Y es que, este aeropuerto y el inaugurado pero sin funcionamiento aeródromo de
Castellón se han convertido en ejemplo de despilfarro millonario en época de crisis.
Pero no son los únicos, y el ejemplo, es como AENA ha reducido las horas abiertas de decenas de instalaciones para reducir costes, un paso lógico, si vemos como el aeropuerto de Leon ha perdido más de un tercio de sus viajeros en lo que lleva de año tras gastarse millones de euros en una ampliación “inútil”, o el aeropuerto de Badajoz que ha perdido en cinco años casi la mitad de sus viajeros, pasando de 91.585 viajeros en 2007 a 56.981 viajeros en 2011.
Esta caída, llevo a que Air Nostrum, la compañía que operaba la práctica totalidad de los vuelos dejara de operar desde las instalaciones de Talavera La Real dejando a Extremadura sin conexiones aéreas, algo que visto las cifras no parece necesario.
Pero pronto encontró sustituto, y el 13 de marzo se anunció que Badajoz volvería a tener vuelos regulares con la aerolínea Helitt. La compañía malagueña abrió conexiones a Madrid, Barcelona y Málaga, que empezó a operar el 25 de marzo, y que amplió a Palma de Mallorca este año.
El lujo de tener aviones
Que una compañía privada opere desde cualquier aeropuerto no tiene por supuesto nada de malo, pero cuando recibe ayudas públicas, en un momento tan delicado como el actual es otra cuestión. Así, como ya adelantó extraconfidencial.com el Gobierno de Extremadura de José Antonio Monago pagará más de 900.000 euros al año a Helitt por el contrato publicitario para la promoción de la comunidad en sus aeronaves, una cifra defendida por consejero de Fomento, Vivienda, Ordenación del Territorio y Turismo, Víctor del Moral, al suponer un ahorro sobre la oferta de Air Nostrum, pero con una gran diferencia, que con Helitt se llega a aproximadamente 6 veces menos pasajeros, y por tanto la rentabilidad de la “inversión publicitaria” es mucho menor.
Por tanto nos encontramos con una ayuda a la compañía que actualmente acapara el 90% de los pasajeros del aeropuerto pacense, y que teniendo en cuenta su número de pasajeros es igual a alrededor de 15 euros por pasajero y trayecto, y con un precio de alrededor de 45 a 55 euros por viaje, supone abonar por parte de la Junta de Extremadura de un tercio de lo que paga el pasajero. ¿Es necesario que Badajoz tenga un aeropuerto activo o se trata de un capricho costoso de José Antonio Monago? Lo que parece claro es que a nuestros dirigentes políticos les encantan los aeropuertos.
Extraconfidencial