miércoles, 7 de noviembre de 2012

Otra vez la pesadilla: Extremadura hace las maletas


De enero a septiembre se han ido al extranjero las mismas personas que en todo el 2011, según el INE. Por primera vez, el saldo migratorio es negativo; se han marchado más que han llegado


G. MORAL 04/11/2012


Los extremeños vuelven a emigrar. D esde que comenzó la crisis el fenómeno migratorio ha sido mayor, pero nada que ver con las cifras de los años 60 y 70. La diferencia, además de numérica, es que antes apenas tenían cualificación y ahora la mayoría de los que se van lo hacen con un título universitario bajo el brazo.
En los últimos tres años, el saldo migratorio entre los extremeños que emigran al extranjero y los que vienen a la región ha ido recortando distancias, pero siempre se ha mantenido positivo, esto es, siempre han venido más de los que se han ido al exterior. Pero la tendencia está cambiando, según las previsiones del Instituto Nacional de Estadísticas, publicadas hace unos días. Las estimaciones que realiza de enero a septiembre de 2012 evidencian la tendencia contraria y por primera vez en años son más los que se marchan de la región que los que vienen. En concreto, hasta septiembre se han ido al extranjero 2.351 personas residentes en Extremadura y han llegado 1.899. Esto es la primera vez que pasa, al menos en los últimos.
Antonio Pérez Díaz, profesor de Geografía de la Uex, asegura que son datos que hay que analizar con cautela porque son estimaciones y no cifras oficiales, pero no le pilla por sorpresa este cambio de tendencia, porque lo espera, pero más a largo plazo.
Desde el 2001, el saldo migratorio ha sido negativo. Extremadura continuaba
siendo una región emigrante, pero la tendencia cambió en el año 2003. Entonces comenzó a vislumbrarse un crecimiento migratorio; venían más de los que se marchaban. Esa evolución positiva se mantuvo hasta el 2007, cuando se registro un saldo de casi 7.000 personas. Con el inicio de la crisis se mantuvo ese dato en positivo, pero se ha ido debilitando. En el 2011 vinieron a Extremadura 1.300 personas más de las que se marcharon. "Esa es la tendencia habitual en una época de crisis. Ha ocurrido siempre, desde los 70, cada vez que hemos tenido un tiempo de dificultades económicas la gente se mueve más y los que un día se marcharon regresan a su hogar si se encuentran dificultades". Pero la situación ahora es diferente, hay más emigración, pero también hay más retornados a su lugar de origen y más inmigrantes, aunque la representación en la región siempre ha sido residual y ahora se están marchando. Según explica el profesor Pérez, "es tal la envergadura de la crisis actual que está afectando a todos los colectivos y se está produciendo una amalgama de flujos migratorios".
El profesor cuenta que antes emigraban personas del sector agrario que se habían quedado en paro y raramente salían fuera de España. "Era mano de obra poco cualificada". Luego llegó el boom inmobiliario que supuso la tabla de salvación del paro del sector agrario. Era también una emigración nacional y "anecdótica la salida al exterior", que se incrementó con la crisis económica. "En la actualidad lo que ocurre es que se queda en paro el agricultor y ganadero, el albañil, el autónomo, el licenciado, el diplomado,... unos emigran hacia el interior del país y otros hacia el extranjero, que cada vez va ganando más fuerza", señala Pérez Díaz.
Los datos estimados del INE así lo demuestran. En los nueve primeros meses de este año han emigrado ya de Extremadura casi las mismas personas que en todo 2011. Son 2.351 personas y la mayoría son de procedencia extranjera --1.917 frente a los 1.617 del 2011--. Sin embargo, la cifra de extremeños emigrantes en la región es inferior a la del año anterior. Hasta septiembre se marcharon 435 extremeños, 300 menos que en 2011, pero el doble que en 2009 y 2010, según los últimos datos estimados del INE. "La crisis ha hecho que se reactive la salida al exterior porque no hay posibilidad de empleo en España y los extranjeros vienen menos porque la situación va empeorando progresivamente y se van más".
Para este experto en demografía, que las proyecciones hablen de un cambio de tendencia migratoria y rompen con la norma habitual en tiempos de crisis no le resulta alarmante. "Hablar de 500 o mil personas más o menos no es una situación preocupante. "Más alarmante es que lo que nos ocurre dentro que lo que pasa fuera: el envejecimiento de la población y el crecimiento natural negativo que se registra en toda la región. Los flujos migratorios nos deben preocupar más cuando se acabe la crisis, será entonces cuando los extremeños comiencen a emigrar más hacia aquellas comunidades que antes comiencen a generar empleo". Pérez reconoce que la emigración exterior actual, además de la faltas de oportunidades laborales, está también justificada por el cambio de la sociedad. "La mentalidad es otra, las posibilidades de viajar son otras, y las ganas de buscar y trabajar también han cambiado. Quizás esta crisis también está sirviendo para que mucha gente, especialmente jóvenes, se sacudan un poco los miedos y se embarquen allá donde crean que pueden buscar otra manera de vivir".